1. Formular un Presupuesto y apegarse a élSi existen deudas sobre todo las de corto plazo y alto costo (tarjetas de crédito), la prioridad es liquidarlas. En algunos casos esto implica revisar periódicamente las cifras y reajustar nuestros hábitos de consumo. En el mejor de los casos, si no tenemos deudas, debemos reorientar los esfuerzos al ahorro lo que nos permitirá planear un patrimonio.
2. No realizar compras impulsivas
Cuando vemos algo que no hemos planeado comprar, "aunque sea una ganga", debemos por costumbre anotar primero el precio, ir a casa y evaluar si nos conviene o no adquirirlo, en la mayoría de los casos no volverás a la tienda a comprarlo. Ahora que si en verdad necesitas ponerte un candado, la alternativa es no portar tarjetas de crédito a menos que tengas pensado realizar alguna adquisición y que puedas pagar a fin de mes (o a meses sin intereses pero siempre Planeada)
3. Evitar las "grandes baratas"
Comprar un algo que vale $5,000 a un precio de $4,000, no es forzosamamente un ahorro del $1,000. Si en realidad no tenías planeado la adquisición de ese bien, en vez de ahorrar $1,000 estas excediendo tu gasto en $4,000 de manera totalmente innecesaria y no presupuestada.
4. Comprar sólo que puedes pagar en el momento
No es recomendable hacer una adquisición confiando en nuestro ingreso futuro, ya que en ocasiones, éste no se materializa y seguramente tendremos otros compromisos por cumplir. Si esto es algo que se torna imposible de cumplir, tendrás que usar medidas drásticas como guardar tus tarjetas de crédito en un cajón bajo llave o de plano cancelarlas (que en verdad no es necesario llegar a ese extremo, sólo necesitas un poco disciplina en tus Finanzas Personales).
5. Evitar un costo de vivienda demasiado alto
Si estas rentando un lugar demasiado caro, siempre está la alternativa de moverte a otro con renta más baja. Pero si estas en un crédito hipotecario, esto no es tan fácil. Debemos contratar una mensualidad que podamos enfrentar de manera cómoda, sin ver apretado el presupuesto mensual familiar.
6. NO Canceles tus SEGUROS
Si en verdad crees que no puedes pagarlos, hay varias alternativas, como tratar de recotizarlos, buscar una Suma Asegurada menor o un Deducible mayor. No tenerlos cuando realmente los necesitamos, podría implicar un problema mayor que verdaderamente afecte nuestro bolsillo.
7. Evita ser obligado solidario o fiador de otra persona
Nuestra firma nos obliga de igual manera que al acreditado principal, a pagar. Uno nunca puede estar seguro de que la otra persona vaya a liquidar su deuda, aunque sean familiares o amigos muy cercanos.
8. No te asocies con personas con hábitos de consumo cuestionables (inclusive familiares)
Por ejemplo si le das una tarjeta adicional a un pariente y este incurre en algún comportamiento irregular, TÚ eres el responsable de pagar. Existen, sin embargo, mecanismos para controlar o mitigar este riesgo. La mayoría de las instituciones financieras ofrecen la alternativa de fijar límites de crédito para tarjetas adicionales, lo cual puede resultar muy conveniente principalmente con los hijos menores de edad.
9. Si tus finanza no están sanas, olvida especular o hacer inversiones de alto riesgo
Cuando uno tiene problemas financieros debe invertir de manera conservadora, en certificados de depósito o pagarés bancarios, o en sociedades de inversión con liquidez diaria y con bajo riesgo asociado. Vigilando, claro que paguen rendimientos por arriba de la inflación (de otra manera no es inversión).
10. Usa tu creatividad para buscar alternativas al gasto
Por ejemplo en vez de comer en un restaurante, organizar un dia de campo, en lugar de ir al cine rentar una película. Otras opciones son leer un buen libro, hacer ejercicio, visitar museos, etc.